No muchos conocen lo “reciente” que ha sido la aparición del maratón olímpico femenino. Antes de los años 80, este hecho parecía algo muy lejano, no había maratonianas que completaran una prueba de nivel. O mejor dicho, las condiciones sociales de la época en cuanto a desigualdad de género impedían el desarrollo del deporte femenino en este tipo de pruebas. El maratón, la prueba más dura del calendario olímpico, no era cosa de mujeres en aquellos tiempos.
Y como todos los pioneros, Joan Benoit aportó a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles un buen motivo para hacer historia:primera maratón olímpica femenina en la historia y primera campeona olímpica en la prueba Joan fue la encargada de conseguir esta hazaña .
Comenzando su vida en el running a partir de una rehabilitación por una lesión de esquí, la americana pronto empezó a despuntar en las pruebas de larga distancia. De hecho, antes de conseguir su histórico oro olímpico, ya había sido capaz de asombrar al mundo con un record mundial de maratón (Boston 1983), rebajando la marca en casi tres minutos.
Consiguió batir a otras grandes figuras del fondo femenino de la historia, como fueron Rosa Mota, Grete Waitz o Ingrid Kristiansen, a quienes venció en aquella primera y calurosa maratón olímpica, imponiendo desde el comienzo de la prueba un ritmo que nadie pudo seguir debido a las altas temperaturas
Una vez encumbrada en el olimpo de las leyendas, Joan siguió compitiendo y consiguiendo victorias de mucho prestigio. Buen ejemplo de ello es la maratón de Chicago de 1985, en la que Joan no fue otra vez récord del mundo porque días antes lo batió Ingrid Kristiansen en Londres.
Las lesiones fueron poco a poco retirando de la élite a la campeona, pero transmitió su legado y su experiencia como entrenadora de cross y larga distancia. También trabajó como comentarista deportiva y promocionando una prueba de 10 km que lleva su nombre. La primera campeona olímpica de maratón merece sin duda su espacio en #123acorrer.