El próximo 6 de agosto se disputa en Noruega una de las pruebas especiales del Triatlón. Los que la han disputado dicen que merece la pena participar al menos una vez en la vida. Se trata de una experiencia irrepetible en todos los sentidos.
A pesar de ser en verano el ISKLAR NORSEMAN EXTREME TRIATHLON no es una carrera calurosa ni mucho menos. Estamos hablando de unas condiciones extremas en cuanto a lo climatológico. La temperatura ambiente, de unos 2-12 grados no es ni mucho menos lo peor. Sí resulta más complicado entrar en el agua prácticamente helada en el segmento de la natación.
El comienzo de este triatlón de larga distancia es espectacular. La prueba comienza las 5 de la mañana en los fiordos noruegos y, desde un ferry, los participantes saltan al agua. Les esperan 4 km de natación.
Uno de los factores a destacar de este Ironman es que el avituallamiento no lo proporciona la organización. Cada participante y su equipo deben llevar sus propias provisiones. En la parte de carrera, es obligatorio ser seguido por un coche por los posibles problemas que puedan surgir.
Es en los 180 km de ciclismo donde el triatleta vive una experiencia increíble sin olvidar la dureza. Totalmente sólo, rodeado de las montañas noruegas y un espectacular paisaje.
Cuando llegan los 42 km de running, nos encontramos con unos primeros 25 km llanos. Sin embargo, los últimos 17 se realizan en una continua ascensión al Gaustattopen, una montaña en la que sólo los 160 primeros podrán bajar después en funicular debido al difícil acceso a la cima.
En definitiva, decidir participar en la Norseman (hombre del norte en noruego) significa decidir vivir una experiencia única que busca los límites incluso de los más duros de los triatletas. Preferimos, sin duda, pruebas más asequibles y con mejor temperatura como las de la Santander Triathlon Series.