Correr una maratón en la campiña francesa cercana a Burdeos, donde lo que abunda son los viñedos y los castillos, nos empieza a dar una idea en #123acorrer de lo que nos vamos a encontrar.
La Marathon du Mèdoc es en sí una fiesta. De entrada, prácticamente todos los participantes se disfrazan, pero no con cualquier cosa, son auténticas obras de arte dignas de un concurso de carnaval. Si a eso le añadimos el majestuoso recorrido de la prueba, en la que nos encontramos un paisaje eterno de viñedos y más de un castillo en cada kilómetro, estamos ante una prueba absolutamente singular.
Pero eso no es todo: en cada avituallamiento no te encuentras simplemente con agua, esponjas o bebidas isotónicas. Tenemos un auténtico festival de los sentidos, un recorrido por los mejores vinos del lugar, acompañados de una oferta gastronómica digna de pararte en cada puesto durante más tiempo del que dispones… ¡Viva el vino, la gastronomía, el carnaval…! Ah, claro, y viva el running…