Si en esta sección de #123acorrer damos un repaso a las pruebas más peculiares del running, no podía faltar la carrera por el desierto más famosa: La Marathon des Sables.
Creada en 1986, nace a partir de la experiencia única vivida por Patrick Bauer, fundador de la prueba, después de haber cruzado el desierto del Sáhara en solitario y de forma autónoma. Ésta es, de hecho, la esencia de la carrera: los participantes deben afrontrar en 7 días unos 250 kms de desierto de manera autosuficiente, de tal forma que la organización simplemente proporciona el agua, y además de manera controlada.
En la edición de este año, la número 31, ya han participado 1200 corredores, verdaderos especialistas en este tipo de pruebas. Entre ellos 66 españoles capitaneados por el gran Chema Martínez han tenido que afrontar la edición más montañosa y larga de la historia, en la que se incluyó la etapa llamada “maratón”, una novedad con sus 42,2 km.
Es en este tipo de carreras en las que se unen el reto deportivo y el personal, una mezcla de competición y desafío donde la fuerza de voluntad por llegar al final es un factor determinante.
Los marroquíes han sido los grandes dominadores de la prueba, como no podía ser de otra manera. El escenario les viene como anillo al dedo (desierto marroquí del Sáhara). Tanto es así que los hermanos Ahansal han conseguido entre los dos la friolera de 15 victorias (14 de ellas de forma consecutiva).
En cualquier caso, los más de 12000 participantes que han acudido a la cita en el global de las ediciones, conforman un perfil de lo más dispar: atletas de 79 años, adolescentes de 16, o famosos como el actual entrenador del FC Barcelona, Luis Enrique. Una experiencia verdaderamente vital para casi todos.